EL CUIDADO DE NUESTROS PIES
cómo cuidar una parte importantísima de nuestro cuerpo, los pies, los que soportan todo el peso de nuestro cuerpo y nos llevan durante nuestra vida a caminar, y a los cuales no le prestamos la atención merecida, son «los olvidados».

HISTORIA
Pedicura se deriva de las palabras en latín «pie» y «cura», lo que significa «cuidado del pie».
La humanidad ha ejercido la manicura y pedicura desde hace más de 4000 años. En el sur de Babilonia, los nobles usaban herramientas de oro macizo para las manicuras y pedicuras. El uso de esmaltes de uñas se remonta aún más lejos; originario de China en el año 3000 a.C, el color de las uñas indicaba el status social.
Una representación de los principios de la manicura y pedicura se encuentran en una talla de la tumba de un faraón, y los egipcios eran conocidos por prestar especial atención a sus pies y piernas.
Los egipcios también tenían en cuenta el color de sus uñas, el color rojo para demostrar la más alta clase social, Cleopatra llevaba pintadas sus uñas de rojo intenso, mientras que la reina Nefertiti usaba un color rubí muy llamativo.
En el antiguo Egipto y Roma, los jefes militares también se pintaban las uñas para que coincidiera con sus labios antes de partir a las batallas.

Preparar mobiliario
- Antes de comenzar a realizar nuestro trabajo es muy importante tener preparado todo el material que vayamos a utilizar, para no tener que levantarnos a por él y como consecuencia molestar una y otra vez al/a la cliente/a, ya que sus pies reposarán sobre nuestras rodillas o sobre una banqueta cerca de nuestras rodillas.
Existen en el mercado un amplio surtido de sillones apropiados para acomodar al/a la cliente/a y con diferentes precios, banquetas de apoyo para los pies y sillas de trabajo para el/la pedicurista, pero también se puede trabajar como antaño (un sillón cómodo para el cliente y una banqueta para el/la pedicurista, y en sus rodillas un cojín donde apoyar los pies del cliente).


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